Ültimo partido del torneo, y una derrota más, pero en esta ocasión con mucha dignidad por nuestra parte. Si siempre hemos sido dignos, y siempre hemos trabajado, lo de hoy ha sido de sobresaliente. Uno de los equipos más potentes del torneo no ha podido golearnos tal y como pretendían. En el descanso, empate a uno, y los contrarios enfadados gritando que por qué no eran capaces de golearnos cuando los demás equipos lo habían hecho.
Los jugadores han estado fantásticos, y yo me siento orgulloso de ellos. Es difícil encontrar un grupo tan unido como este, en el que nadie cuestiona quién juega más o menos tiempo. Como es normal, los jugadores quieren estar más tiempo en el campo, pero apoyan, gritan, animan y se lamentan como el que más. Y a la hora de salir al campo, lo dan todo. Nunca tuve un equipo tan unido como este, y hay que aprovecharlo, por lo que vamos qa seguir adelante, vamos a entrenar y vamos a jugar partidos para estar a un mayor nivel la próxima temporada.
Después del partido, unos cuantos nos hemos ido a Moncloa a tomar unas cervezas, que nos las hemos ganado, y hemos bromeado y reído con lo que ha pasado. De verdad, hoy ha sido uno de esos días que merece la pena vivir, por ellos y por uno mismo. Abraham, nuestro jugador estrella, ha marcado los dos goles del equipo. Sólo ha tenido que serenarse -al principio estaba muy nervioso- y concentrarse en su trabajo, para demostrar que puede dar mucho de sí en este deporte.
De izquierda a derecha y de arriba a abajo: Jorge, Juan Pablo, Armando, Javi, Ricardo, Francisco, Pepe (entrenador), Domingo, David, Julio, Abraham, Paco e Iván
La afición, como siempre, ha respondido, y han animado y gritado. Antes de empezar el partido, en un aparte, la madre de Javi me decía que este era nuestro partido, a lo que yo contestaba que era muy difícil ya que los contrarios eran de los favoritos, pero la verdad es que sí ha sido nuestro partido, porque hemos jugado mejor que nunca, con más ambición, y demostrando que tambiém valemos para esto. Hemos quedado séptimos y últimos, pero no importa, porque cualquier cosa que hagamos el año que viene será para mejorar.
Gracias a todos, a los jugadores, a la afición, a la dirección de la empresa y a los rivales, por estas semanas tan bonitas. Me siento orgulloso y feliz de haberos dirigido y de seguir haciéndolo si queréis…
La Casa de San Jamás 